Dicha profesión se ejerce mayormente por mujeres a las cuales le llaman prostitutas, mientras que los frecuentadores son especialmente hombres. También existe la prostitución masculina; donde de igual manera, la mayoría de los frecuentadores son hombres. Una vez entendido esto, podemos desmentir algunos de los tópicos más comunes sobre esta labor.
Todas las mujeres que ejercen esta profesión son víctimas de la trata de blancas o tráfico de mujeres
Estudios indican que solo 1 de cada de 7 mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de la explotación, entonces ¿Por qué esa idea esta tan generalizada?, solemos relacionar la prostitución con adicción a las drogas, alcohol, enfermedades de transmisión sexual y muchas cosas más cuando bien existimos mujeres a las cuales nos gusta esta profesión, nos entregamos a ella con libertad y consideramos que este trabajo no tiene que ser esclavizante ni mucho menos una vía para recibir algún tipo de trato despectivo.
Solo se puede adquirir al servicio recurriendo a la prostitución callejera
Falso, no todas las prostitutas las puedes encontrar en una esquina de alguna calle poco concurrida, existen burdeles y nosotras las “escorts”, ésta última se define como una acompañante de alto nivel, que va más allá de solo ofrecer el acto sexual y ser renumerada. Una escort te ofrece un servicio que inicia desde ser tu acompañante en algún tipo de fiesta; evento o inclusive un viaje, estar contigo en todo momento y ser una agradable compañía sin ningún tipo de intención sexual más que el puro entretenimiento; hasta llegar a cumplir tu lista de deseos sexuales y fetiches más extravagantes, satisfacerte en todos los sentidos y hacerte sentir lo que es una verdadera compañía placentera sin ningún tipo de compromiso.
Todos los clientes son unos pervertidos, ninfómanos y abusadores sexuales
De pende desde que perspectiva se analice podemos dar a relucir dos puntos: el primero a determinar seria en la prostitución callejera, la cual es un poco más pública y asequible, tiende a tener un perfil de cliente menos pudiente, el tipo de cliente que sale a altas horas de la noche en busca de un poco de placer, cual su único objetivo es algo sumamente rápido y económico; aun así, esto no lo hace ser algún tipo de psicópata y si así fuera, seria cliente rechazado.
Por consiguiente, el segundo punto y donde me gustaría enfatizar en una que otra estadística, sería el perfil del cliente opulento, un hombre estudiado. Se calcula que un 39% de los ciudadanos españoles han pagado alguna vez por tener relaciones sexuales; su edad varía entre 35 y 50 años, y por lo general saben respetar los limites impuestos, ya que su deseo por estar en una situación que le permita experimentar sin ser juzgado lo hace más tendente a acatar condiciones implantadas por la trabajadora sexual, a pesar de que esté pagando por un servicio, y por ende, considere que cualquier acto es permitido sin previo aviso.
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