España es uno de los pocos países que permite a sus policías opositar y trabajar con tatuajes visibles. Además, aparecemos como el 6º país con mayor porcentaje de tatuados en los rankings publicados. Nada menos que un 42% de la población se estima está tatuada, y a bien seguro estos porcentajes son mucho más altos entre la población más joven.

Hace unas semanas apareció la noticia de la promesa de un candidato presidencial surcoreano de legalizar el negocio del tatuaje en Corea del Sur. Calculaban que con la medida aflorarían 900 millones de euros anuales. Como Corea del Sur y España tienen poblaciones comparables los cálculos de coreanos siempre son interesantes. A pesar de que aquí lo hemos normalizado, no son pocos los países que ven con desaprobación los tatuajes y no dan facilidades a sus tatuadores.

Para poner en escala, de manera oficial España atribuye a la prostitución el 0,35% de su PIB. Eso da el resultado aproximado de 5.000M€ anuales en la actualidad. Unos 14M€ al día. Los inspectores de Hacienda se quejaron en su día porque la estimación les pareció corta. En el 2002 la patronal de clubes ya extinta ANELA, estimó en 18.000M€ su actividad anual. Ellos reclamaban el beneficio estatal de una legalización así que eran parte interesada en un cálculo abultado. La fórmula de la valoración del INE para la actividad incluye cuatro factores, pero con un cálculo concreto desconocido.

A pesar de que el PIB es un cálculo tangible, la Fiscalía española anunció una cifra mucho menor en 2018: 1800M€ anuales, unos 5M€ al día. El PIB interesa engordarlo para relativizar la deuda. Si diéramos por bueno este cálculo nos encontramos con que coincide con exactitud con la magnitud estimada del negocio del tatuaje.

En España se estima que el 50% de la industria del tatuaje no está legalizada como actividad. El 50% no está legalizado, pero además hemos de sumar el potencial fraude fiscal de los espacios sí registrados. ¿Qué porcentaje real de fiscalidad se logra extraer del tatuaje en España? Seguramente no alcance el 40%.

Más allá de valorar la fiscalidad. ¿El sector de tatuaje es un sector que mueve mucho dinero? ¿Si España se gasta lo mismo en prostitutas que en tatuajes parece mucho o poco? El 0,35% del PIB es una cantidad pequeña, sin duda. Es difícil valorar con rigor cantidades que son ajenas a nuestra vida cotidiana, pero 5M€ al día en un país de la población de España no son una gran cantidad.

¿Cuánto ingreso fiscal afloraría de la legalización de la prostitución? Un porcentaje muy alto de trabajadoras sexuales asumen la actividad como temporal. Su esfuerzo para planificar esos ingresos a largo plazo es pequeño y la necesidad de invertir tiempo y esfuerzo en regularlo es un escollo. Hay una porción importante de migrantes que no tienen permiso para trabajar en España mientras realizan la actividad. Podría suponer un 25% del total. Otro gran hándicap es la poca capacidad de inspección fiscal que tendría el estado sobre actividades realizadas en domicilios, de manera análoga al tatuaje. Además, el registro detallado de clientes se enfrenta a la alta demanda de privacidad de tanto trabajadoras como clientes. ¿Es asumible explicarle a un gestor el detalle de tu vida sexual para lograr una fiscalidad correcta? Es otra cuestión muy a tener en cuenta.

Por otro lado ¿Realmente la prostitución no está generando ingresos tributarios actualmente? La respuesta es que rotundamente no. Existen locales con licencia en Cataluña y País Vasco directamente adscritos a los servicios sexuales, y cientos de locales adicionales que tributan con licencias de hotel, terapias, masaje y similares y que deben sus ingresos total o parcialmente al trabajo sexual.

¿Las trabajadoras sexuales declaran sus ingresos? En una encuesta reciente en el portal sexomercado, un 28% de las encuestadas expresó haber tributado por sus ingresos en actividades alternativas. España es un país fuertemente condicionado por el acceso a vivienda. Y sin duda el acceso al préstamo hipotecario es un motor muy importante de afloramiento de ingresos. Si tuviéramos una cifra de trabajadoras sexuales con hipoteca, con seguridad deduciríamos un monto base de ellas que tributa o ha tributado su actividad.

Después de analizar el mundo del tatuaje, y conociendo los condicionantes del trabajo sexual. ¿Es realista pensar en un afloramiento fiscal de la actividad a gran escala? Si el objetivo es el 40% de tributación del mundo del tatuaje, es una meta alcanzable, pero sin duda partiendo de unas cantidades que no corresponden para nada con el alarmismo social generado. Sabiendo que el 28% de las chicas tributan y que los locales mayormente también. ¿Estamos realmente tan lejos del 50% de actividad declarada del mundo del tatuaje?

Cuando escuches que la prostitución mueve cantidades astronómicas de dinero y alimenta grandes organizaciones, piensa en los locales de tatuaje de tu barrio. Te darás una idea más realista de la actividad que describen.