Esta fue impuesta en la edad media por la iglesia católica ya que el matrimonio era el único tipo de relación que se adecuaba al plan de Dios, y que cualquier acción sexual fuera del matrimonio seria vista como una aberración.
Se preguntarán ¿Qué tiene que ver esto con el tema de “swinger”? Pues que van de la mano… Muchas personas no saben si realmente quieren ser monógamos o lo hacen por pura presión social, no tienen una respuesta del porqué siempre que conocen a alguien buscan una manera de relacionarse a largo plazo, entonces, el tipo de persona que disfruta de encuentros ocasionales cuando cae en una relación donde la otra parte pide esa exclusividad sexo-afectiva, la persona se ve acorralada y termina la relación para volver a la “libertad” de sus encuentros casuales.
La monogamia hoy en día está en creciente deterioro, actualmente hay alrededor de 50 millones de personas en el mundo que se consideran abiertamente “swingers”.
Dicho esto, me adentro al tema de swinging (en español: “balancearse”) ésta es la actividad sexual no monógama, donde se intercambian parejas con el fin de satisfacer necesidades sexuales y fantasías en conjunto. Debo remarcar que el swinging solo lo practican parejas sumamente estables, donde la exclusividad afectiva ya está fortalecida, el respeto y la comunicación son pilares fundamentales y la actividad funciona como una vía para consolidar esa complicidad y llevar a cabo fantasías que hagan del sexo en pareja, algo más enérgico y emocionante.
Principalmente, mi papel es el de “single”, esa persona sola que seduce a ambas partes. Los clientes me contratan para complementar las fantasías del matrimonio, que van desde un trío, hasta que la mujer y yo establezcamos roles y nos entretengamos con varios juguetes porque al hombre le excita el hecho de ver… Me he topado con parejas bastante claras en cuanto a lo que desean, ponen las cartas sobre la mesa y establecen reglas las cuales mayormente son para mí, como por ejemplo; no besarles, no decir algún tipo de comentario que pueda excitar al hombre o, por lo contrario, el hombre solo pide que nos enfoquemos en complacer a la mujer; cuando todo se lleva al cabo al pie de la letra la noche resulta en una velada estupenda para la pareja. Por otro lado, me topé con parejas donde la mujer revienta en celos o actúa con indisposición y termina siendo un total fracaso, pues sería algo normal sentir celos al ver a tu pareja excitada por estar con otra mujer, pero en el swinging este tipo de comportamiento no está permitido ya que uno de sus fundamentos es : permitirle a tu pareja y que ésta te permita a ti, poder estar sexualmente con alguien más sin ningún tipo de problema.
Siempre es fundamental establecer reglas y ser sumamente respetuoso y comunicativo, nada en esta práctica puede ser llevado a cabo sin el consentimiento de todas las partes interesadas.
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